Todos somos viajeros, desde que nacemos hasta que morimos, viajamos en espíritu, entre eternidades, envueltos en un cuerpo, rehusandonos constantemente a ser felices, tratando de encontrar nuestras mas grandes bendiciones, lejos de nuestro corazón.
Y es así como empobrecemos nuestra alma olvidándonos que lo esencial es invisible a los ojos.
Sin embargo amigo mio es bueno que sepamos como lo supieron nuestros padres que podemos cambiar nuestro mundo de modo tal que el paso por esta vida nos encuentre juntos siempre con : Una mano extendida hacia los demás, con un corazón comprensivo, con una palabra de aliento, con una sonrisa que irradie paz, con un alma sensible, con un abrazo que de ternura, con la justicia en favor de los mas débiles, con la paciencia hacia el que menos sabe y con la sabiduría necesaria para entender que todo lo que pasa en nuestra vida es obra de Dios.
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